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martes, 19 de abril de 2011

De cumpleaños

Una de esas personas que admiras en secreto, y con la que tratas con menos frecuencia de la que te gustaría, a pesar de vernos a diario, ha cumplido años.
Y me comentaba esta mañana que, una de las formas de valorar o..."medir" la intensidad y número de amigos, es esa red social que todos odiamos y nunca utilizamos llamada facebook.
En cierto modo es así: Gente con la que habitualmente no coincides, -no a diario por lo menos-, puede enviarte un saludo o una felicitación a través de esta red social.
Aunque claro, no es que se acuerden de que estas de cumpleaños. Facebook se lo recuerda enviándole un mail y poniendo en un lugar visible "fulanito está de cumpleaños el día tal y cumple tantos". 
Eso es trampa. Lo bonito es que se acuerden del cumpleaños de uno por otros métodos más o menos "tradicionales", como una marca en el calendario, una alarma en el móvil o incluso, y siendo extremistas, el uso de la memoria.

Facebook es un apoyo interesante, sin duda, pero prefiero cualquiera de las otras opciones. Aunque nadie más que yo sepa como me he acordado de un cumpleaños, me llena de auto-orgullo hacerlo de forma mas o menos manual.

En todos los cumpleaños nos llevamos unas cuantas alegrías en cuanto a felicitaciones se refiere: Un montón de personas y amigos (nótese la diferencia) nos felicitan. Algunos, ya sabemos que no nos van a fallar nunca. Otros, nos sorprenden, posiblemente en un intento de utilizar la fecha como excusa para no perder del todo el contacto que apenas se mantiene. Quizás habría que prestarles a estos últimos un poco más de atención.

Pero también están los que no nos felicitan. Un alto porcentaje de personas incluidas como "amigos", que realmente no aportan nada a nuestras vidas ni a nuestros muros. Quizás en estos casos habría que plantearse una reorganización en la lista de amigos. Bueno, siempre están esos grupos con los que simpatizas aunque no conozcas a casi nadie, o esas personas que por cualquier motivo contactual (no me he comido la "r"), quieres mantener. Pero los demás, todos aquellos que ni comentan, ni felicitan, ni saludan, ni aportan...¿qué hacen en nuestra lista de amigos?

En algunos casos los tenemos para cotillear. En otros, simplemente para saber que se encuentran bien y que prosperan o son felices. O para aprender. En otros, para insultarles con la indiferencia total y absoluta, hasta que llegue la fecha de su cumpleaños y regalarles una bonita eliminación de nuestra lista de amigos.

En cualquier caso, creo que deberíamos de replantearnos un reajuste en nuestra lista de amigos de nuestra red social.
¿Doscientos ochenta amigos? Eso es mentira: No son tus amigos.

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