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jueves, 29 de agosto de 2013

De anécdotas peregrinas

He escrito varias veces sobre los diferentes Caminos de Santiago que he realizado. Algunos andando, otros en bicicleta...pero hoy quiero hacer mención a un camino que estoy haciendo virtualmente:

Mi bUen amigo Alex, junto con su amigo Eduardo, se han embarcado en la aventura de realizar El Camino de Santiago en Tándem desde Holanda, tierra de tulipanes, vacas y  cosas tipo Heidi.

Eso seria para muchos de los que nos quedamos aquí, un sueño hecho realidad. Un recorrido tan cargado de anécdotas, de lugares desconocidos, de otras lenguas viperinas...sentir lo que sienten todos aquellos extranjeros que nos visitan, una vez atraviesan nuestras fronteras, pero sentirlo "de verdad".

El caso es que, como no tengo posibilidad de hacer algo así, me tengo que conformar con hacer mis rutillas desde Salamanca, desde Oviedo, o desde Santander...y vivir de forma virtual y de primera mano, las que Alex y Eduardo están realizando, a través de sus Facebook y del blog que han habitado para la ocasión.

Las experiencias y momentos (o ausencia de ellos), que vives a lo largo de ese recorrido, van construyendo  sin que apenas seas consciente, lo  que luego daremos por llamar "anécdotas", y con el paso del tiempo "recuerdos".. Y no todos tienen por que ser buenos, divertidos o alegres. Pero de eso se trata. De, -en ocasiones-, estar a punto de tirar la toalla debido por ejemplo a una lesión, por cuestiones climatológicas o logísticas, por cuestiones emocionales...
Como decía el Sabina, "sobran los motivos".
Pero nuestro oscuro pasajero interior para unos, contumaz voceilla interior, para otros, nos convence para continuar. Por que también nos sobran los motivos para continuar.

Nadie dijo que fuese fácil. Y quienes hemos hecho varios caminos en bicicleta, lo sabemos perfectamente. En ocasiones es muy duro. Pero es tal la magnitud emocional con la que se nos recompensa a cada desnivel alcanzado, cada final de etapa y, por supuesto, cada final de trayecto, que no ha lugar a plantearnos definitivamente el abandonar.

"Cada pedalada es una sonrisa", dijo hace no mucho tiempo uno de los protagonistas de esta aventura bicigrina.
Quédate con eso. Lo malo, igual que viene, se va.
Pero lo bueno viene para quedarse. Y para recordarlo siempre.

Recuerda tus recuerdos durante tu  anterior camino. Todos los que entonces viajaban contigo, también están en esta ruta. Y recuerda también que no se trata de "el camino" como un trayecto, sino de lo que hay en el. De cada curva, cada árbol, cada gota de sudor, cada chaparrón con su posterior cielo azul. Cada momento de relax al sol. Cada sonrisa que os dedican todos aquellos con los que os cruzais.

Las anécdotas se van acumulando en nuestro infinito disco duro.
Todos las oiremos, con el paso del tiempo, una y mil veces.
Pero solo a dos personas se les erizaran los pelillos mientras las cuentan.
Ese brillo en los ojuelos acompañado de una mirada perdida en el horizonte con un amago de sonrisa, se llama "experiencia vivida". Y con el paso de los años, cuando nuestros manillares sean sustituidos por bastones, nuestros culottes por pañales, y nuestros maillots por gruesos jerseys de lana, esas experiencias vividas, serán las que nos permitan seguir viviendo un puñado de años mas.

Y al igual en en anteriores ocasiones, todo lo que ahora no logras explicarte, lo entenderás perfectamente un par de días después de finalizar el viaje.

Ánimos a moreas !!

miércoles, 21 de agosto de 2013

Los Pimientos de Padrón...

...uns pican e outros non.

Hoy me he metido una dosis tan elevada de capsaicina hasta un punto tal, que hora y media después tengo las papilas gustativas a punto de caramelo.
La capsaicina es un compuesto químico que incorpora el capsicum annuum.
Dicho de otro modo, se trata de aquellos pimiento de padrón que pican de cojones.

Y es que parte del atractivo de los Pimientos de Padrón, ademas de su sabor, es la posibilidad aleatoria e inidentificable a simple vista, de que uno salga picante. O muy picante. O picante de cojones, como ha sido el caso.

Así, una amena conversación se puede ver divertida y bruscamente interrumpida por ese picor tan característico, a la par que se dejan oir los archiconocidos consejos del tipo : "Come pan !!", o "Bebe. bebe mucho !!", o "No respires!!", o trágalo rápido, no te lo tragues, meterle otro pimiento para que reparta el picor, etc,etc,etc... Consejos que a pesar de saber perfectamente que nunca funcionan, preferimos seguir a rajatabla para mantener las manos ocupadas y no cortarnos las venas, que es lo que realmente nos apetece en ese momento.

Como dice el dicho gallego, "Os Pementos de Padrón, uns pican e outros non".

En cualquier caso, ha sido esta una gran velada cargada de sabores:
Mi primer bocado a una arepa, presagiaba una continuidad mas que segura.
La habitual zorza con patatas, los pimientos...y otros sabores menos tangibles...
Un muy ligero sabor amargo debido a esa envidia (siempre muy sana), que provoca el ver como alguien a quien aprecias sin medida, va a llevar a la practica un sueño como es el recorrerse media Europa en bicicleta. En Tándem , para ser más precisos.

Un dulce sabor provocado por la admiración de quienes fueron capaces de tomar una dura decisión que  pondría un punto y aparte en su vida, y lo hicieron sin venirse abajo.

El saturado y contrastado sabor que traen consigo los viandantes que pasean junto a la terraza desde la cual los observas, dejando que acompañen a través de la vista, lo que degustas a través de la boca.

El casual recuerdo hecho realidad de toparte a quien hace años que no ves, mientras hablas de él, se convierte mas en vaticinio que en casualidad.

La agradable temperatura de una calurosa noche de verano, con 24 o 25 grados a media noche, pone la guinda a unas horas de regocijo desgraciadamente comedido, y te llenan la cabeza de preguntas que nunca osaras sacar fuera de ella.

Y de todo esto, solo puedes sacar una conclusión, tambien intangible: Que bien se está cuando se está bien.

Buen camino, bicigrinos.
Gracias por la velada, Alex.
Cierro mi libreta de tomar apuntes por hoy.

sábado, 10 de agosto de 2013

De Rusos homófobos

Recientemente el gobierno de Vladimir Putin ha aprobado lo que dicen ser una ley para "proteger a los menores de las relaciones no tradicionales".
En la práctica es un nuevo exterminio patrocinado por la dictadura rusa.

Todos hemos visto ya los vídeos en la red de homosexuales, simpatizantes y/o activistas, siendo golpeados, vejados e increpados a cara descubierta y en plena calle, por ordas de terroristas callejeros, apoyados por transeúntes que pasaban por allí, ante la mirada y la inacción de la policía que, a apenas 2 o 3 metros del linchamiento, sonríen sin más.
Incluso uno de estos grupos de delincuentes callejeros a secuestrado, torturado, violado y asesinado a un joven, mientras era grabado por los móviles de sus asesinos que, también a cara descubierta, disfrutaban, reían y posteriormente ante las cámaras de televisión, justificaban sus actos. Estos asesinos están perfectamente identificados pero no se ha tomado ningún tipo de acción legal contra ellos, y no parece que valla a ser así.

Esta ley afecta también a cualquier turista, por lo que se recomienda NO viajar a este país por motivos obvios.

Además, en vísperas de los Juegos Olímpicos, todo parece apuntar a que esta ley que se ha iniciado con una crudeza digna de países tercermundistas, es simplemente una "prueba piloto" para baremar las reacciones de los vecinos europeos. Se prevee que, tras las jornadas deportivas las acciones se recrudezcan todavía más.

Responsables políticos Rusos entre sonrisas ante las cámaras de televisión, restan importancia y credibilidad a los múltiples heridos, e incluso al asesinato certificado y grabado y se limitan a repetir cual autómatas sin cerebro que es "para proteger a los menores" pero, para protegerlos ¿de qué?

La homosexualidad no es algo malo. No hace a una persona buena o mala. No se contagia por contacto físico ni por contacto social. Si creen eso, -que lo creen, pues ya lo han mencionado algunos de sus gordos y aparentemente alcoholizados miembros del gobierno, basándose en la literatura cristiana-, se están considerando así mismos "personas" sin criterio, carácter ni auto control.  Aunque eso es algo que, por el simple hecho de aprobar esta ley, ya han demostrado claramente.

Actualmente Rusia y los rusos son el hazmereir de casi todo el planeta. Se han creado múltiples plataformas para boicotear todo lo relacionado con Rusia, sus productos, servicios (bebidas, ropa, tiendas online, viajes, servicios bancarios...) y, en general, cualquier cosa que recuerde a Rusia es evitada, para no ser relacionado con uno de sus ciudadanos, agresores y violentos, o para que no piensen que se apoya o se tolera esa ley homófoba desde la distancia.
Ser ruso ahora mismo no está de moda, hasta el punto de que supone vergüenza ajena.

Pero más allá de todas estas acciones que desde los países civilizados apoyamos incondicionalmente y de forma activa, participando en la recogida de firmas, boicoteando productos rusos e incluso los juegos olímpicos, evitando dar cualquier tipo de publicidad o mención, o envitando comprar marcas que patrocinen los juegos, también se solicita el envío masivo de mensajes a cualquier tienda, departamento del gobierno, o página web rusa, señalando de forma educada -si es posible-, nuestra frontal oposición ante un genocidio disfrazado de protección.

No comprar en una tienda física o web esa camiseta, esa botella de vozka y adquirir otra similar pero en otro lugar, es solo un pequeño granito de arena, que entre todos hará que la industria rusa se resienta, los directivos de pequeñas y medianas empresas -por que no les quede mas remedo-, pedirán al gobierno, que suavice o elimine esta ley y, si no lo hace, el gobierno se estará poniendo en contra de sus propios ciudadanos.

En fin, Rusia en la actualidad da asco, y los rusos dan mucha pena. No todos. Solo casi todos.
Boicot a Rusia.

jueves, 1 de agosto de 2013

De sentimientos encontrados

Paco es un hombre bueno.

Algunos hasta se juegan el sueldo, ante quien consiga encontrar a alguien que diga lo contrario.
Nunca contrajo nupcias. Solo trabaja y cuida de su madre.
Trabaja en algo para lo que se esforzó y estudio, y fue ascendiendo a lo largo de los años. En algo que le gusta. O gustaba, hoy no lo sabría asegurar.
Cuida de su madre con una edad en la que los pequeños achaques están a la orden del día.
Sus vecinos solo dicen que maravillas de él. Su frutera, que hace las veces de confidente, lo defendería ante cualquiera que ose mancillar su nombre.
Sus compañeros de trabajo, dejarían en manos de su intachable expediente laboral cualquier cuestión relacionada con el tajo...

Pero Paco ha cometido un error. Un pequeño despiste que para cualquiera de nosotros no adquiriría la categoría ni de anécdota. Ha hecho, o dejado de hacer algo, que para quien les escribe, no supondría ni la perdida de dos literales segundos de su tiempo.

Su error ha causado mucho dolor y sufrimiento. Muchas victimas mortales y heridos. Muchos de ellos con graves secuelas de por vida.
Paco se ha despistado unos segundos mientras trabajaba, a los mandos de un veloz tren de pasajeros y no ha reducido la velocidad a tiempo.

Sí, es posible, -casi seguro-, que no fue solo su despiste. Seguramente se unieron varias circunstancias como la escasa o deficiente señalización, la dificultad del trazado de la vía en ese tramo, la inexistencia de mecanismos automáticos que supervisen las tareas de este maquinista, una llamada telefónica recibida, relacionada con su trabajo, la gran velocidad a la que circulaba en el tramo anterior de forma correcta...

El caso es que Paco no logró adaptar la velocidad de la maquina que conducía...y se salió de la vía.

Paco, el amigo, el confidente, el trabajador, se enfrenta ahora al tramo mas difícil de su vida;
Un accidente de estas características viene acompañado ademas del sufrimiento y la perdida de todos los afectados, de un terrible tufo amarillento de casi cualquier medio de comunicación. Y de cientos de promesas políticas. Y de la severidad policial. Y de la demagogia, las hipótesis de quienes nunca hemos conducido un tren pero nos creemos con la autoridad suficiente para diagnosticar con detalle tantos y tantos motivos...
Romper una lanza a favor de Paco ahora mismo, es una cuestión tabú, y seguramente un brindis al sol.
Quienes lo piensan, no lo dicen en voz alta: no está de moda ser amigo de Paco ahora mismo.

Pero Paco también es un ser humano, con sus sentimientos, sus emociones, su familia, sus vecinos y amigos, sus compañeros de trabajo...y sus errores. 

Y se producen una serie de sentimientos encontrados llegados a este punto:

Por un lado, la necesidad social de cortar una cabeza, la necesidad política de cortar una cabeza, la necesidad empresarial de cotar una cabeza, y la responsabilidad, -que no necesidad-, jurídica que implica la posibilidad de cortar una cabeza.

Por otro lado, a mi, -seguramente a todos nosotros-, nos enseñaron desde muy pequeños que existen una serie de castigos para quienes por sus actitud perversa deciden hacer mal las cosas, o hacen un daño intencionado a los demás. Sinceramente pienso que solo los malos de intención tienen que ir a la cárcel.

"Pero también los negligentes", -dirá usted-.

A pesar de todo, la idea de que un hombre bueno, la idea de que Paco entre en prisión y sea uno mas de los ladrones, asesinos a sangre fría, drogadictos o estafadores que se pueden encontrar en cualquier prisión, no me hace ninguna gracia.

"Los cojones", dirá algún familiar o algún superviviente del accidente.
Y también tendrá su razón. Por que la tiene.

A pesar de todo, estoy convencido y las pruebas así lo están indicando, que Paco no tenia la intención de causar ningún accidente. Fue eso: un accidente. Una negligencia quizás unida a otras cuestiones antes citadas.

Pero eso no cambia el hecho de que Paco sea un hombre bueno.
Ni tampoco cambia el hecho de que el dolor se apoderase de medio Pais,

Pensaba yo, de forma un tanto absurda, que debería de existir un termino medio carcelario. No todo el mundo es malo o bueno, a secas.
Pensaba también que la perdida de libertad causa dolor. Seguramente no del mismo tipo que están sufriendo los familiares de las victimas.

Personalmente no me he visto afectado. Como gallego muy próximo a Santiago, conozco a amigos que tienen amigos hospitalizados o fallecidos, si, pero no me toca de cerca.
Aun así, me ha hecho mucho daño. He llorado en el sentido literal de la expresión. Mi ánimo ha decaído.
Quiero decir con esto, que no me puedo ni quiero comparar con nadie que realmente esté pasando por el suplicio de ese accidente. 
Pero quiero decir también, que espero que esas familias que han sufrido tamañas pérdidas, y esos otros que tendrán quizás secuelas , en algún momento tendrán que tomar la decisión de decidir, como todos los demás hemos hecho ya en tantas tertulias televisadas o de café, si el maquinista es un hombre bueno, o solo un negligente con carnet de conducir ferrocarriles.

Son solo reflexiones escritas.